Lo primero que ocurre al leer este libro es angustia. La serenidad y humor del autor no tapa el escándalo, si el que lee es chileno. Angustia por el futuro. Inmagino a mis hijos e hijas preguntando: ¿sabían, y no hicieron nada? Es que no se sabía, eran rumores o fanáticos de cierta prensa…